A veces parece que las relaciones dan mucho trabajo... hasta que te sientas y te das cuenta de lo mucho que has recibido. Una relación próspera y saludable requiere dar y recibir, y está absolutamente a tu alcance si tú y tu pareja están dispuestos a esforzarse un poco. Si ambos son el uno para el otro, todo el trabajo definitivamente valdrá la pena a largo plazo.
1.-Toma responsabilidad por tu propia felicidad. Evita varias horas de discusión recordando lo siguiente: hacerte feliz no depende de nadie más que de ti. En una relación, tu pareja tratará de complacerte y hacerte feliz, pero al final tú eres responsable de tu felicidad.
2.- Haz que tus palabras valgan. Cumple tus promesas. Cuando digas que harás algo, hazlo. No digas que cocinarás la cena o comprarás un regalo de cumpleaños y luego lo olvides o directamente no lo hagas. Lo que hace esto es romper la confianza, algo que las relaciones necesitan para fortalecerse.
3.- Admite tus errores. Si sabes que has hecho algo que ha lastimado a tu pareja, intencionalmente o no, reconócelo. Sé humilde y discúlpate sinceramente, sin poner excusas o justificaciones como "Lo lamento, es que me hiciste enojar".
Comprométete a cambiar tu comportamiento. Si te encuentras disculpándote una y otra vez por el mismo error, llévalo un paso más allá. Dile a tu pareja que sabes que ese error se repite y que quieres dejar de cometerlo. Busca ayuda y pídele también a tu pareja que te señale cada vez que vuelvas a cometer el mismo error.
4.- Sé realista. En todas las relaciones hay discusiones y hay días en los que quedarse en la relación no es la opción más fácil. Pero lo que hace a una relación saludable es elegir enfrentar los problemas y resolverlos para atravesar esos momentos difíciles, en vez de dejar que esos malentendidos se transformen en algo más grave.
Revalúa tus expectativas. ¿Ves a tu pareja como una persona con sus virtudes y defectos o como alguien que debería ser perfecta? Si tus expectativas son tan exageradas que nadie podría cumplirlas al ciento por ciento todo el tiempo, estás llevando tu relación hacia el fracaso.
Acepta el conflicto. Si esperas construir una relación a largo plazo, es posible que ocasionalmente existan malos entendidos. Recuerda que una discusión no es el fin de todo y no hay persona sobre la tierra con la que estarás de acuerdo todo el tiempo.
Pregúntate si estarías mejor en una relación o solo. Si no piensas que estás mejor en la relación, entonces es hora de sentarte a charlar con tu pareja seriamente. En una relación donde hay amor, esta pregunta siempre se responde con un "Sí".
5.- Escucha a tu pareja. A veces, tu pareja puede necesitar que le prestes un oído y puedas comprender sus problemas. Otras veces, tu pareja necesitará que le aconsejes algo. Debes saber qué es lo que está buscando y dale lo que necesita. Ser bueno escuchando consiste en prestar atención a lo que el otro dice.
Escuchar a tu pareja potenciará tu relación de muchas formas. Te ayudará a resolver diferencias sin discutir, a descubrir mejor la personalidad de tu pareja y saber qué comprarle para las fiestas. No hay contraindicaciones a la hora de escuchar.